COSAS QUE HACER Y VER POR LO QUE ROSARITO TE HACEFELIZ
Para los estadounidenses, Rosarito es sinónimo de diversión. Pocos rumbos en el estado de Baja California atraen tal cantidad de vacacionistas en busca de aventuras, entretenimiento y, sobre todo, sol y mar. Aquí también, los amantes de los sabores hallarán un rumbo acogedor con más de una sorpresa.
Actividades turísticas
La vocación oceánica de Rosarito no tiene pierde. La Autopista Escénica que conecta a este poblado playero con Tijuana y Ensenada hace honor a su apellido: ninguna otra autopista en México ofrece panorámicas tan bellas como ésta. En invierno, si uno se detiene en sus miradores puede ver a las ballenas pasando en sus rutas migratorias cercanas a la costa.
Las anchas playas abarcan decenas de kilómetros. Ellas son el inicio de las diversiones acuáticas, desde simplemente darse un chapuzón en las aguas del Pacífico y pescar, hasta surfear. El espectáculo de los montadores de olas (sobre todo en invierno) es otro de los atractivos de Rosarito.
Y si alguien busca aventuras acuáticas en serio, puede practicar buceo, sea en la Islas Coronado o en el Parque Submarino Rosarito, que consta de un barco hundido (el buque Uribe 121 de la Armada de México) convertido en un gran arrecife artificial.
En tierra también hay mucho que hacer. Si te gusta pasear, lo puedes hacer a pie, a caballo, en bicicleta, en cuatrimotos o, incluso, en camello (sí, leíste bien; esto en Plaza San Fernando).
Las historias de Rosarito
En 1773, el fraile franciscano Francisco Palou fijó aquí, en El Descanso, una punta rocosa de la costa, la división entre el territorio que en adelante sería evangelizado por los dominicos (al sur) y los franciscanos (al norte). Así fue como quedó dividida originalmente California en sus dos partes: la Baja o Antigua y la Alta o Nueva, respectivamente.
Lo más visto
En esta punta ahora se encuentra el Hotel Quinta Calafia, que alberga un centro cultural dedicado a este tema y con réplicas de fachadas de algunas viejas misiones californianas. Aquí mismo se puede comer y beber en su agradable restaurante Terraza Galeón, con una vista fenomenal del mar. T. ( 661 ) 613 2308.
Las legendarias langostas de Rosarito
El mar también es protagonista en muchos sitios para comer y beber. Desde luego, el más legendario de todos es Puerto Nuevo, ubicado a 21 kilómetros al sur del centro de Rosarito. En el siglo XX este lugar era un puerto de pescadores. Según algunas versiones lo llamaron Puerto Nuevo, porque en la carretera hubo una temporada aquí un espectacular de los cigarrillos estadounidenses Newport (Puerto Nuevo, en inglés).
Los pescadores sacaban todos los días langostas y los turistas estadounidenses pedían este platillo, que del otro lado de la frontera es muy apreciado, para comerlo aquí mismo, en la rusticidad de las cabañas. Para no servirla sola, las esposas de los pescadores la presentaban con su comida habitual: un poco de frijoles, arroz y tortillas de harina hechas al momento. Para aderezarla, agregaban un montón de mantequilla.
Así nació la “Langosta Puerto Nuevo”, que ahora todo mundo viene a buscar a este lugar, convertido en un barrio de restaurantes. Todos sirven la langosta muy bien, pero si no sabes cuál restaurante escoger, te recomendamos La Casa del Pescador (Paseo del Mar 5; T. 661 614 0477; domingo a jueves, de 9 a 21 horas; viernes y sábado, de 9 a 22 horas).
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